Blog personal de Ángela Beato. Escribo lo que siento. Digo lo que pienso. Procura no tomarme demasiado en serio.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Elecciones en la Asociación de la Prensa de Madrid

La Asociación de la Prensa de Madrid celebra hoy elecciones para renovar su Junta Directiva. Estamos llamados a votar más de 7.600 periodistas asociados que debemos elegir entre dos candidaturas, la que encabeza la actual presidenta, Carmen del Riego, y la que lidera una histórica, Victoria Prego. Por primera vez desde su fundación en 1895, se disputan el cargo dos mujeres.


Llevo asociada a la APM muy poco, un año largo. Siempre me había resistido a entrar en un club que me admitiera como socia, pero al final claudiqué, no por tener el beneficio de la cobertura médica, que es lo que mueve a muchos, sino por sentirme parte de un oficio del que mi devenir laboral me estaba empezando a alejar. Aún no he podido experimentar el sentido de pertenencia a este club (a no ser por los 66 euros que suelto al trimestre), ni por el momento tengo la sensación de haberle sacado partido a mi carnet. El caso es que la de esta mañana ha sido mi primera visita a la APM y en los instantes previos me ha invadido cierto nerviosismo. La llegada a la sede de la Asociación, inaugurada en 1983 en la esquina entre Juan Bravo y Claudio Coello, así, de primeras, impone, con ese monumento a la libertad de expresión en el chaflán del edificio.


Luego, una vez dentro, ha sido como recibir un curso intensivo de historia del periodismo español. No había visto nunca juntas a tantas veteranas figuras del oficio -flor y nata en una época- como en el cuarto de hora que he pasado allí, empezando por las dos candidatas que saludaban amablemente a todo el mundo, y terminando por el que fuera mi profesor de Redacción Periodística, y de más de 10.000 alumnos -calcula- a lo largo de toda su carrera docente, Enrique de Aguinaga, convertido ya en nonagenario y que no ha perdido una pizca de sentido del humor a pesar del paso del tiempo y los golpes de la vida. 

He de mencionar que gracias a estar acompañada por mi penúltimo jefe, Santiago Chivite, que ha oficiado de cicerone (yo para lo de las relaciones públicas me reconozco incapaz), he podido saludar a reconocidos profesionales a los que admiro y a cuyo nivel difícilmente llegaré ya en esta vida (quizá en la próxima).

Esta noche se sabrá quién estará al frente de la institución los próximos cuatro años. Podría decir cuál ha sido mi voto, pero a quién le importa. Vistos los programas de gobierno de estas dos profesionales, estoy convencida de que, salga quien salga, desde la institución tratarán de preservar los derechos de los periodistas atendiendo a los retos a que nos enfrentamos y con claras líneas de acción: combatir el desempleo en el sector, favorecer la adaptación a los nuevos escenarios digitales, despolitizar los medios y defender la dignidad de la profesión (#gratisnotrabajo).

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