jueves, 31 de marzo de 2016

El difícil arte de embaucar

Cuando no se deja nada al azar... cuando la estrategia se disfraza de espontaneidad... cuando todo está preparado, atado y bien atado... cuando cada gesto ha sido previamente pactado... cuando la sonrisa es producto de múltiples ensayos... cuando los obsequios responden a una brainstorm... y también el tuit que los desvela... cuando las intenciones se parapetan tras los símbolos... cuando la escenografía gana al libreto... cuando el atuendo persigue el desenfoque... cuando se anuncian itinerarios vacíos... cuando se muestra solo el perfil bueno... cuando las palabras se elijen a conciencia... cuando las pausas están medidas... cuando se interpreta... cuando se declama... cuando el azar no juega a los dados... cuando los factores dan la orden de alterar el producto... cuando el bosque no te deja ver la leña de los árboles caídos… cuando algo de esto ocurre en política y lo detectas, piensa que hay un asesor que no está haciendo bien su trabajo. 

miércoles, 30 de marzo de 2016

No tomarás el nombre de Miguel Hernández en vano

Miguel Hernández fue un poeta a caballo entre la generación del 27 y del 36. Nació en 1910 en Orihuela en el seno de una familia humilde dedicada a la cría de cabras y desde pequeño pastoreó este ganado, lo que no le impidió leer y escribir poemas mientras cuidaba el rebaño. Autodidacta, sus visitas a la biblioteca y la formación de un grupo literario fueron el germen que fructificó luego en Madrid como creador y miembro destacado de una generación de poetas. Comprometido con los pobres y desheredados, su poesía adopta un carácter social. En la guerra Civil se alista en el bando republicano y se afilia al Partido Comunista. Tras la guerra es detenido antes de poder salir del país. Juzgado y condenado a muerte, consigue finalmente conmutar la pena por la de 30 años de cárcel. Mientras su mujer y su hijo padecen penurias, él enferma y muere de tuberculosis en la prisión de Alicante el 28 de marzo del 42. Fue enterrado en un nicho del cementerio de Alicante tal día como hoy hace 74 años. En 2011 la Sala de lo Militar del Supremo denegó un recurso de revisión de la condena como pedía la familia considerando que había sido impuesta por motivos ideológicos y que la Ley de Memoria Histórica la anulaba. 

Andrés Bódalo es concejal de Jaén en Común (marca blanca de Podemos) y secretario de Acción Social del Sindicato Andaluz de Trabajadores. Se crió en las cuevas de Jódar y con diez años se unió a una cuadrilla de jornaleros como aguador. Desde entonces su vida está ligada al campo y a la lucha por los derechos de los trabajadores de la tierra. Bódalo ha entrado hoy en prisión para cumplir una pena de tres años y medio por un delito de atentado a la autoridad y una falta de lesiones, con la agravante de reincidencia. Por lo que dice la sentencia, en 2012, al grito de "¡ahí viene el Ibarra, vamos a por él!", agredió junto con otros jornaleros al concejal socialista de Jódar Juan Ibarra, que terminó magullado y con contusiones.

Leo que no era la primera vez que Bódalo se veía involucrado en un episodio violento. Su sindicalismo extremo le ha llevado a reivindicar trabajo y pan mediante acciones no del todo pacíficas, como asaltar supermercados u ocupar fincas. Tenía ya otra condena por atentado dictada por la Audiencia de Sevilla en 2010 por entrar por las bravas a la Consejería de Agricultura con el Sindicato de Obreros del Campo en 2005 para exigir la cesión de una finca. Se subió a la azotea y cuando los policías trataron de desalojarlo se lió a dar patadas y manotazos mientras profería gritos como "¡fascistas de mierda, franquistas, cabrones!". Cuatro de ellos acabaron con traumatismos. En su expediente figura también una falta de lesiones por liarse a mamporros en una pelea con jóvenes de extrema derecha que protestaban por la presentación en Jaén de un libro del diputado de Amaiur Sabino Cuadra, y un delito contra los derechos de los trabajadores en 2002 cuando destrozó una heladería de Úbeda para obligar a sus propietarios a hacer huelga. 

La familia ha pedido el indulto y la causa tiene el apoyo de los dirigentes nacionales de izquierdas. Él se declara inocente y pregunta qué va a ser de sus hijos, su nieta y su pareja con él en la cárcel.


Ahora que cada uno encuentre los parecidos entre ambos personajes. Yo, a diferencia de Teresa Rodríguez, la portavoz de Podemos en el Parlamento andaluz, no se los veo, salgo la coincidencia en los orígenes humildes, lo temprano en que ambos comenzaron a trabajar en el campo y el hecho de que Bódalo es de Jaén y el poeta les dedicó versos a los aceituneros altivos. En cuanto al tono de denuncia de ambos, que cada uno juzgue también por sí mismo. Así reivindicaba Miguel Hernández:

Andaluces de Jaén, 
aceituneros altivos, 
decidme en el alma: ¿quién, 
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada, 
ni el dinero, ni el señor, 
sino la tierra callada, 
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura 
y a los planetas unidos, 
los tres dieron la hermosura 
de los troncos retorcidos.

Levántate, olivo cano, 
dijeron al pie del viento. 
Y el olivo alzó una mano 
poderosa de cimiento.

Andaluces de Jaén, 
aceituneros altivos, 
decidme en el alma: ¿quién 
amamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida, 
no la del explotador 
que se enriqueció en la herida 
generosa del sudor.

No la del terrateniente 
que os sepultó en la pobreza, 
que os pisoteó la frente, 
que os redujo la cabeza.

Árboles que vuestro afán 
consagró al centro del día 
eran principio de un pan 
que sólo el otro comía.

¡Cuántos siglos de aceituna, 
los pies y las manos presos, 
sol a sol y luna a luna, 
pesan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jaén, 
aceituneros altivos, 
pregunta mi alma: ¿de quién, 
de quién son estos olivos?

Jaén, levántate brava 
sobre tus piedras lunares, 
no vayas a ser esclava 
con todos tus olivares.

Dentro de la claridad 
del aceite y sus aromas, 
indican tu libertad 
la libertad de tus lomas.

Entre esto y "¡fascistas de mierda, franquistas, cabrones!"... yo creo que no hay color.



martes, 29 de marzo de 2016

Yo descubrí a 'Thelma y Louise' en la Seminci de Valladolid

Vi la película ‘Thelma y Louise’ antes de que se estrenara en los cines de nuestro país. Asistí a su proyección dentro de la 36ª edición de la Seminci, el Festival Internacional de Cine de Valladolid. Corría el año 1991. Acababa de terminar la carrera de Periodismo y tuve la suerte de que me reclutaran para hacer unas prácticas en la sección de Cultura del periódico El Norte de Castilla. Pasé uno de los veranos más divertidos de mi vida y, gracias a que me reengancharon un mes más para cubrir este certamen, también viví uno de los más emocionantes. 

Brad Pitt era un tiernecito principiante al que le cargaron el marrón de representar a la producción de Ridley Scott en aquel festival de provincias, así que se paseaba tímido por el Hotel Olid atendiendo a la prensa. La cinta se llevó la Espiga de Oro compartida con ‘El Liquidador’, de Atom Egoyan, y también el Premio del Público. No era para menos. A pesar de la controversia que provocó por presentar a dos mujeres respondiendo con las armas a la violencia machista, ese año ganó también el Oscar al Mejor Guión Original. Los dos papeles principales eran dos caramelos para cualquier actriz y Geena Davis y Susan Sarandon les sacaron partido. Ellas fueron quienes inventaron el selfie, pero con una Polaroid. 


Con sus interpretaciones de una joven ama de casa con un marido insoportable y una camarera de vuelta de todo, crearon una inolvidable pareja de legendarias forajidas. Recuerdo como si lo hubiera visto hace diez minutos ese final tan inesperado como irremediable.

Aquellos nueve días de octubre que duró el festival en el que vi ‘Thelma y Louise’ conversé con actores y directores, incluido uno de mis favoritos, Gonzalo Suárez, y descubrí a Juan José Campanela, responsable de ‘El niño que gritó puta’, una historia que me impacto sobremanera. Hice entrevistas, escribí críticas y crónicas, me lancé a rellenar columnas… La gocé. Alguna de mis reseñas -la de la película mejicana ‘Danzón’- apareció luego recogida en una de las hojas informativas que los Cines Renoir ponen a disposición del público para documentar las películas que programa. Debo guardar aún ese sorprendente hallazgo. El papel estará amarillento.

Hace 25 años de esto. Me lo ha recordado el periódico El País que hoy juega a comprobar cómo ha tratado el paso de este cuarto de siglo a los actores de la película. ‘Thelma y Lousie’, esta historia profundamente feminista que te deja con un sabor agridulce, a mí me recuerda inevitablemente a Valladolid, a sesiones diarias de tres películas, a ruedas de prensa y entrevistas, a cruzarte con las estrellas invitadas y respirar su glamur, a las prisas por terminar el material antes del cierre, a la caña con los compañeros después del trabajo, a la aventura de vivir sola por primera vez, a la ilusión por ver en el kiosko lo que has escrito. En definitiva, ‘Thelma y Louise’ me devuelve a la chica que comenzaba hace 25 años.

domingo, 27 de marzo de 2016

De comidas y cenas están las redes sociales llenas

Ayer compartí una cena muy agradable con amigos de toda la vida a los que veo media docena de veces al año, coincidiendo con vacaciones, puentes o fiestas de guardar. Nos juntamos 16 personas entre niños y adultos. Charlamos de lo divino y lo humano, nos pusimos al día, reímos, comparamos la profundidad de nuestras arrugas, hicimos planes para futuras quedadas… todo en dos horas largas de las que no conservo testimonio gráfico. A pesar de que cada uno -o casi- de los que nos sentábamos a la mesa llevaba un teléfono móvil con cámara, a nadie se le ocurrió sacarlo para inmortalizar el momento y guardar un recuerdo en forma de foto. Creo que es una señal inequívoca de que estábamos demasiado entretenidos en disfrutar el encuentro y aprovechar al máximo el poco tiempo de que disponíamos, de modo que se nos olvidó retratarlo. 

No podré subir la foto a ninguna red social para presumir de lo bien que le pasamos. Mis seguidores/amigos virtuales no tendrán la oportunidad de darle al like ni escribir comentarios sobre qué bien nos conservamos para nuestra edad. No quedará una imagen para la posteridad, así que Facebook no me avisará dentro de un año o dos de que tal día como ayer nos juntamos todos a comer, beber, reír y conversar. Nos tendremos que conformar simplemente con hacer memoria, algo que cada vez ejercitamos menos, confiados en que ya vendrá a refrescárnosla la aplicación de turno. Lo malo es que así corremos el riesgo de considerar que los instantes más importantes de nuestra vida son solo los que refleja nuestro muro de Facebook y olvidar que lo que no se ve, porque no lo publicamos, también ocurrió. Lo importante es haberlo vivido, rememorarlo y vivir para contarlo. Aunque sea sin foto. 


sábado, 26 de marzo de 2016

Lo mejor del trabajo son las vacaciones

Es curioso cómo cambia el modo de aprovechar un puente, unas vacaciones o cuatro días de fiesta en función de si uno está desempleado o tiene un trabajo.

Hace solo tres semanas que me reincorporé al mercado laboral y estoy disfrutando esta Semana Santa como si llevara trabajando desde los quince años y el cuerpo me pidiera urgentemente una prejubilación. No es que mi nueva ocupación me haya saturado, qué va, lo estoy pasando bien, las personas de mi entorno se han volcado por hacerme fácil la adaptación, el trabajo es bastante cómodo y prácticamente ya le tengo cogido el tranquillo. Pero cuando uno está en activo -aunque tenga la suerte de dedicarse a lo que más le gusta- los días libres se perciben como un merecido regalo, la obligada desconexión de la oficina, el desahogo que todo empleado debe tener para no volverse loco. En cambio, estando parado, el cuerpo y la mente no comparten esa sensación. Algo parece impedirte disfrutar del ocio, una barrera invisible que te mantiene en un perpetuo estado de búsqueda. Al menos así lo experimenté yo, que vivía todos los días de la misma manera y no lograba distinguir los lunes de los sábados, salvo por la programación televisiva.

Dicen que trabajar perjudica seriamente la salud. Creo que trabajar no es malo, lo malo es tener que trabajar. Sobre todo cuando descubres lo relajado que puedes estar los días que no te toca ir a trabajar. 


Esta noche hay que adelantar los relojes. A las dos de la madrugada serán las tres. Nos roban una hora. En realidad estaba de prestado, ya hace unos meses nos la regalaron y ahora tenemos que devolverla. Qué rabia que este cambio coincida con la Semana Santa. Me dejan sin una hora para disfrutar de lo mejor que tiene el trabajo: el tiempo de descanso. 

viernes, 25 de marzo de 2016

La calandraca del Imperial

Pasando la Semana Santa en Toro (Zamora), no me resisto a la tentación de hablaros de la calandraca del Imperial. La calandraca es un pincho típicamente toresano que empezó a servir hace años Emilio en el Mesón Zamora como una exquisitez que solo se despachaba los domingos para acompañar al vino. El resto de la semana, si querías maridar en este establecimiento, tenías que conformarte con cualquiera de las tapas de 'casquería' y demás partes del cerdo (oreja, morro, callos…) que rebosaban en fuentes de barro sobre la barra.

Con el tiempo otros bares del pueblo trataron de imitar la receta genuina con mayor o menor tino y el pincho dejó de ser ese oscuro objeto de deseo que asociábamos al aperitivo dominical. Ya era posible tomarse una calandraca en lunes, así que la tapa perdió parte de su gracia. Surgió entonces una especie de competición entre sus fieles por descubrir cuál de todas las variedades captaba mejor la esencia. Puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que el bar que mejor las prepara es el Imperial. Este templo del aperitivo está situado en los soportales de la plaza y lo llevan un par de hermanos encantadores -José y Raúl- que saben bien lo que es dirigir un negocio de estas características y que se dejan la piel en ello. Que yo recuerde, nunca he visto vacío este bar, siempre hay alguien apoyado en la barra degustando alguna de sus especialidades. Les cubren bien las espaldas en la cocina desde donde salen recién hechas la mayor parte de las tapas, incluida su deliciosa calandraca, una bomba atómica de calorías que contiene -¡atención, receta!-un pedazo de salchicha en el interior rodeada por jamón york y queso, todo abrazado por un rebozo de gabardina. Como siempre, el secreto está en la masa. Se te saltan las lágrimas con el primer mordisco. Si de acompañamiento la riegas con un vino tinto, la fiesta para el paladar está asegurada. 

Aquí dejo hoy esta oda a la calandraca. Tengo que ir a comprobar cómo les han quedado hoy a los chicos del Imperial. Que no todo van a ser procesiones en esta Semana Santa.



jueves, 24 de marzo de 2016

Ni siquiera por mi osito

Contaba el chef Joan Roca en una entrevista en el diario El Mundo que una vez sirvieron su menú de 190 euros a un oso de peluche. Una pareja de japoneses reservó mesa para tres en El Celler de Can Roca y se presentó a comer con su inmóvil mascota. Me imagino lo absurdo de la estampa  e intento adivinar qué podría pasar por la cabeza de los camareros que servían al peluche los platos de alta cocina y los retiraban un rato después sin que nadie los hubiera tocado. Y lo peor, a dónde iría a parar toda esa delicatessen.

Eso me lleva a preguntarme cuáles pueden ser las razones de cualquiera para hacer algo tan idiota. Qué mueve a una persona, tenga mejor o peor posición económica, a tirar el dinero de manera tan obscena. Desconozco realmente las motivaciones de esa pareja. Quizá con ese gesto rendían homenaje a un ser querido o cumplían una promesa. Pero, ya puestos, podían haber invitado a su mesa a alguien con ganas de comer, no a un ser inanimado y evidentemente sin apetito.

Hace poco leía un reportaje sobre el fundador de Ikea, Ingvar Kampraddonde se destacaba como gran excentricidad su costumbre de comprar comida a punto de caducar y vestirse con ropa de segunda mano. Pensé “va a ser verdad eso que dicen de que los mayores tacaños son los millonarios”. Pero este nonagenario justificaba su conducta escudándose en su compromiso con la sostenibilidad.

De vez en cuando juego a soñar despierta con la idea más que remota de que me toque un día la Primitiva o el Euromillones. Y la verdad es que, salvo mudarme a una casa más grande y dejar de buscar trabajo para vivir, no variaría demasiado mis hábitos. Sí, quizá trataría de viajar con mayor frecuencia, iría más al teatro, me daría algún capricho puntual y chin pun. Puede que colaborara con alguna causa benéfica o que invirtiera en algún proyecto personal que viera muy claro, pero me imagino más vistiendo de mercadillo que pagando un menú extra en un restaurante prestigioso para devolverlo a la cocina. Ni siquiera por mi osito...


miércoles, 23 de marzo de 2016

Cine de estreno para la Semana Santa

Hubo un tiempo en que se cerraban los cines en Semana Santa. Ahora en cambio se aprovecha para adelantar los estrenos al miércoles, por aquello de los días festivos. Así que desde hoy ya podemos ver, por ejemplo, “Resucitado”, una película muy apropiada para esta época del año. Kevin Reynolds nos sitúa en el Jerusalén del siglo primero, cincuenta días después de la muerte de Jesucristo. Poncio Pilato manda a un centurión romano que trate de localizar el cuerpo desaparecido de Jesús de Nazaret para zanjar el tema de la resurrección. Sin embargo, a lo largo de la misión, irá enfrentándose a algunas dudas. El protagonista es Joseph Fiennes.


Con permiso del “Resucitado”, me temo que la película que probablemente reinará en la cartelera a partir de hoy es “Batman v Superman: El amanecer de la justicia”. Los dos superhéroes, con Henry Cavill como Superman y Ben Affleck como Batman, se enfrentan entre sí hasta que en medio de esta rivalidad surge otra amenaza que pone en jaque a toda la humanidad.


Otro título que también tendrá su público es “Mi gran boda griega 2”, el regreso tras quince años de la familia Portokalos. Con una hija adolescente deseando escapar de una familia tan sobreprotectora y la pareja tratando encontrar tiempo para ellos, la trama de esta nueva entrega se anima cuando se descubre que el sacerdote que casó a los abuelos no firmó los papeles y hay que repetir la boda. Nia Vardalos vuelve a escribir y protagonizar la historia junto con John Corbett.


Cerramos la oferta con dos títulos de lo que se conoce como cine no tan convencional. La primera es la japonesa “Nuestra hermana pequeña”. Cuenta la historia de tres hermanas que viven en la ciudad con su abuela y deben volver al campo para asistir al entierro de su padre. Es entonces cuando conocen a su joven hermanastra.


Y la última es “O los tres o ninguno” una comedia francesa escrita, dirigida y protagonizada por Kherion, que trata de contar el periplo de sus padres desde un pequeño pueblo en el sur de Irán hasta París.


Aquí tenéis el menú cinematográfico para esta Semana Santa. Que lo disfrutéis. Como siempre este mismo repaso está disponible en formato audio en el podcast "Venid al Cine", que tenéis a continuación.


martes, 22 de marzo de 2016

Sorry for Brussels

Han llegado hasta Idomeni las noticias de los terribles atentados de Bruselas. El improvisado campo de refugiados montado justo en el terreno fronterizo que separa Grecia de Macedonia, a los pies de los Balcanes, carece de lujos, así que veo difícil que se hayan enterado por alguna televisión. Allí lo que abunda es el barro que rodea las tiendas de campaña y los piojos que tratan de buscar una nueva cabeza donde aún no haya llegado la operación rapado. Probablemente haya corrido la voz gracias a algunos de los jóvenes que en medio de semejante caos protegen sus móviles como un tesoro e intentan estar al tanto de las últimas noticias conectándose a la wifi de las casetas de las ONG que prestan colaboración sobre el terreno.

Sea como sea todos han podido enterarse del horror, un horror que les resulta familiar, que ya han vivido y que es el principal causante de su éxodo. Hemos podido ver imágenes de niños con letreros que transmiten su pesar. No me gusta que utilicemos constantemente a los niños para conmover. Deberíamos ser capaces de poner a sentir el corazón, aunque fuera un adulto al que vemos pasarlo mal. Pero es cierto que, en su corta vida, algunos de esos pequeños que corretean entre el barro esperando a ver si por fin Europa les abre las puertas, han sido testigos privilegiados de más de un episodio tan sangriento como el que hoy ha sacudido una capital de Occidente. Porque estos chavales que levantan pancartas donde pone “Sorry for Brussels” huyen con sus familias -los menos afortunados viven solos la aventura- de un país donde la guerra, el horror, los atentados, la muerte eran el pan nuestro de cada día. 

Y ahora, después de saber el infierno en que se transformó esta mañana el aeropuerto Zaventem y la estación de metro de Maelbeek, cerca de la Comisión Europea en Bruselas, donde hace cuatro días una cumbre no solucionó su situación, estos migrantes procedentes de Siria, Afganistan e Irak siguen queriendo cruzar a Europa, aunque ya no sea el paraíso seguro que fue un día y se haya convertido ahora también en objetivo terrorista. Lo de huir de Málaga y meterse en Malagón no lo contemplan. En sus países la vida es inviable. Aquí después de una salvajada como la de hoy, las líneas aéreas y el sector turístico se desploman en la Bolsa y los ciudadanos que nos hemos salvado de la ira del estado islámico respiramos, guardamos minutos de silencio, colocamos la bandera de Bélgica en un tweet y seguimos adelante confiando en que los que mandan sean capaces de proporcionarnos mayor seguridad. 

A los refugiados de Idomeni ya no les queda nada en el lugar de donde vienen. Aquí les espera un futuro, aunque sea con algún que otro sobresalto de vez en cuando.


lunes, 21 de marzo de 2016

Reivindicando a un poeta en el Día de la Poesía: Javier Ruiz Taboada

En 1999 Naciones Unidas propuso celebrar cada 21 de marzo, coincidiendo con la llegada de la primavera, el Día Mundial de la Poesía. Aprovechando la fecha -aunque me revienten los “días de”- y consciente de la dificultad que entraña rimar con profundidad, gracia y sentido, quiero hablar de un antiguo compañero de trabajo, al que también considero buen amigo, y que representa para mí lo que podríamos denominar un poeta contemporáneo, sin la connotación negativa de bluff que en algunas ocasiones va asociada a ese término.


Javier Ruiz Taboada es un hombre de radio, una voz de las ondas –me atrevería a decir la VOZ de Onda Cero- que debería sonar a otras horas y con mayor frecuencia, pero que nos sirven dosificada para que sepamos lo que es bueno, comparemos, la echemos de menos y pidamos más. Y porque el mundo y quienes lo hacen girar no son perfectos. 


Dotado con una chispa extraordinaria, una notable fluidez verbal y una rapidez mental poco frecuente, Taboada es un hombre del Renacimiento parido fuera de tiempo y de lugar. Pinta (a la derecha una prueba en forma de regalo), capta imágenes, tuitea sentencias, escribe reversos, construye poemas, compone canciones, da la nota, hace reír, educa hijos, ama… Y todo con un talento y una sensibilidad arrolladores. Siempre he envidiado sus múltiples capacidades. Es injusto que en el reparto alguien salga tan bien parado y el resto nos quedemos a medio camino de nada. 


A quienes le conocéis, no os descubro nada. Para los que aún no habéis tenido la fortuna de catar el resultado de su endiablada inspiración, os invito a leer alguno de los libros que ha publicado, tanto para mayores como para niños, y que están disponibles en cualquier librería on y off line. Si preferís una aproximación sin gasto de por medio, os receto su blog para automedicaros a base de píldoras cargadas de arte. En caso de que os vaya más el patio de Twitter, basta con que sigáis sus tweets para descubrir en menos de 140 caracteres al mordaz, al irónico, al triste, al sagaz, al divertido, al impertinente, al cabal, al corazón que late, al hombre despierto y al tío…vivo que escribió:

Volví a la primavera de las cosas.
A mi primer amor sin ataduras.
A clavarme la espina sin su rosa.
Al tacto de una piel sin armadura.
Recordé la inocencia necesaria
que permite dar forma a la utopía
y la fascinación extraordinaria
de confundir tu boca con la mía.
Recuperé la luna enrojecida.
El sol de madrugada en las canciones.
Mi caja de sorpresas escondida.
Volví a encontrar el as de corazones
en la manga que cubre las heridas
de un tiempo saturado de estaciones. 

¿Qué es poesía? Poesía es él.


domingo, 20 de marzo de 2016

Cuando la vida decide dónde situar el umbral del honor

“Ojalá nos humillen así todos los días”. Lo dice una de las seis mendigas rumanas que se han hecho famosas a raíz del lamentable espectáculo que ofrecieron esta semana unos hinchas del PSV cuando bebían cerveza en la plaza mayor de la capital haciendo tiempo hasta el encuentro de su equipo contra el Atlético de Madrid, ese que ganaron los de Cholo en los penaltis. Los hooligans se entretuvieron denigrando un rato a unas mujeres que practicaban la mendicidad en este punto turístico lanzándoles monedas y haciéndolas bailar y flexionarse al ritmo de olés. 


En ese bochornoso rato las mujeres ganaron más dinero que en todo el mes, alguna incluso llegó a los 40 euros gracias a la lluvia de céntimos que les lanzaron los holandeses, cuando normalmente no sacan más de 5 euros al día. Así que cuando una pasa necesidad, está viuda y tiene ocho hijos a los que alimentar, se ríe de la vergüenza… ¿Vergüenza? ¿Qué es eso? Alguien me dijo una vez que el orgullo no da de comer. Es realmente revelador cómo las circunstancias personales pueden modificar nuestro umbral del honor. 

Estas gitanas tienen entre 19 y 40 años y ya han vivido más que cualquiera de nosotros. Engañadas en su país, víctimas de las mafias, malviviendo en chabolas o literalmente debajo de un puente, extorsionadas y obligadas a pagar parte de lo que obtienen por mendigar –o sustraer al descuido, también- para saldar una deuda por su viaje a España, con todo lo que llevan a sus espaldas, lo de menos es bailar un poco o agacharse para recoger el botín aprovechando la visita de una pandilla de holandeses con ganas de divertirse. No creo siquiera que sepan ni les importe que el escándalo haya llegado a todos los rincones del planeta, incluidos los Países Bajos, y que el equipo de fútbol de Eindhoven vaya a tomar medidas, o que la Fiscalía de Madrid haya anunciado que investigará el suceso. Lo único que piensan estas mujeres es “Ojalá nos humillen así todos los días”.


sábado, 19 de marzo de 2016

Feliz Día del Padre... y punto

Cuadros fabricados con macarrones, marcos de fotografías decorados con legumbres o arroz, ceniceros de reciclaje, huellas de manos marcadas en barro, dibujos al mejor papá, tarjetas dedicadas, cajitas de sorpresas, corbatas customizadas… El catálogo de obsequios promovidos por los colegios para regalar a los padres en su día es tan extenso como la propia historia de esta festividad. Durante los últimos diez años el padre de mis hijos y yo hemos atesorado montones de manualidades fabricadas por ellos para nuestro “día de”. Aquí dejo una muestra de las que aún cogen polvo en alguna estantería de casa.

                

Confieso que pertenezco a una corriente contraria a los “días de”, sobre todo en aquellos casos en que no hay nada que reivindicar o defender, así que estas fechas, por lo que tienen de tradición, las tolero y las despacho con una simple felicitación, pero siempre me ha fastidiado eso de tener que regalar, aunque sea una horrible manualidad infantil. Que esa es otra, la mayoría de las veces no tienen ninguna utilidad y terminan yendo a parar a algún rincón hasta que un día, cuando no mira nadie, la haces desaparecer al fondo de la basura. Afortunadamente a medida que los niños crecen y pasan a cursos superiores, sus profesores van pasando por alto lo de promover la creación de un regalo a los progenitores por su día. 

De todos modos los tiempos van cambiando y la celebración ha trascendido desde el simple ámbito escolar hasta apoderarse del mercado. Lo que antes como mucho era un detalle se ha convertido en casi una lista de bodas. Los grandes almacenes y comercios quieren que consumamos y para eso, en tiempos achuchados, debemos encontrar un aliciente o -mejor- una buena excusa, aunque no sea Navidad. En los días previos a esta fecha he visto innumerables anuncios recordando cuánto le debemos a los padres y sugiriendo pagarles tantos desvelos con regalos de lo más sofisticado. Ahora el 19 de marzo las tiendas dedicadas a vender tecnología ven un filón en el amor filio-parental, lo mismo que les sucede a las que explotan la nueva tendencia del hombre contemporáneo preocupado por su aspecto físico 

Y yo me pregunto, ¿cuándo y cómo hemos pasado del cuadro de alubias al Mac de 1.500 euros? ¿En qué mundo paralelo viven las tiendas o la gente?¿Realmente un Día del Padre tiene la entidad suficiente como para regalar artículos que hay que pagar a plazos? La gente que elija esa propuesta no imagino qué dejará para un cumpleaños a para pedirle a los Reyes. Oye, que allá cada uno con sus costumbres y su dinero, pero sigo pensando que se nos está yendo la pelota. 

Mis hijos han hecho ya su regalo de este año: una tarjeta de felicitación promovida por la monitora de Informática y una taza comprada con ahorros. 
  


















Les voy a sugerir que para redondear el detalle le incluyan en el pack de regalo a su padre un tacto rectal. Es lo que propone la campaña #ElRegaloMásComentado de la Fundación Cris Contra el Cáncer, que trata de concienciar sobre la necesidad de hacerse revisiones periódicas y la importancia de invertir en investigación para erradicar el cáncer de próstata, una enfermedad que provoca 5.400 muertes anuales y en cuya investigación solo se invierte un euro per cápita. 


Ya ves. Ese sí que es un regalo. Para el Día del Padre o para cualquiera de los 364 días restantes.

viernes, 18 de marzo de 2016

Buenafuente y Berto en una cartelera muy animada

Hoy las risas marcan el comienzo de este repaso de los estrenos de este fin de semana. El dúo televisivo que forman Andreu Buenafuente y Berto Romero da el salto al cine como pareja cómica en “El pregón” de la mano de Dani de la Orden, que les convierte en dos hermanos enfrentados que juraron no hablarse nunca más pero que son capaces de olvidar sus rencillas familiares por dinero. Solo tienen que desempolvar el grupo tecno Supergalactic con el que se hicieron famosos en los 90 y volver como estrellas a su pueblo para hacer de pregoneros de las fiestas. 


No paramos de reír con gamberradas cinematográficas, porque ahora llega “Agente contrainteligente”, una parodia de las películas de espías donde veremos al desvergonzado Sacha Baron Cohen dando vida al hermano paleto de un agente secreto británico con el que no tiene nada que ver pero a quien intentará ayudar en su más importante misión: salvar la vida a los habitantes de este planeta. La aportación española la pone, como es costumbre últimamente, Penélope Cruz.


“Calle Cloverfield 10”, esconde en su producción a JJ Abrahams que algo debió ver en esta historia poco común sobre una mujer que tras tener un accidente se despierta en un sótano junto con otros dos hombres que aseguran que se ha producido un terrible ataque químico que ha dejado el planeta inhabitable. El bueno de John Goodman tiene un papel estelar.


Ahora un par de películas japonesas de animación. “El cuento de la princesa Kaguya” es una cinta de animación basada en un cuento popular del siglo IX sobre una pareja de ancianos campesinos que encuentran dentro de una planta de bambú a una diminuta niña y la adoptan. Cuando crece le llueven las propuestas de matrimonio, así que promete que se casará con quien le haga el mejor regalo. 


La otra cinta japonesa estuvo nominada a los Oscars en la categoría de mejor película de animación. También está basada en una obra literaria y se titula “El recuerdo de Marnie”. Cuenta la historia de Anna, una chica adoptada que no se relaciona apenas con nadie y que es enviada un día con el matrimonio Pegg. En su nueva vida conocerá a Marnie, que pronto se convertirá en su mejor amiga. 


En “El regalo”, Jason Bateman y Rebecca Hall son un joven matrimonio que busca un nuevo comienzo en la ciudad hasta que aparece un antiguo compañero del colegio de él que comenzará a hacer misteriosos regalos a la pareja y sacará a la luz un terrible secreto oculto veinte años atrás 


Entre los estrenos de la semana tenemos a Kate Winslet en “La modista”, la historia de una australiana que abandona su hogar para mudarse a Europa y cambia por completo su modo de vivir. Cuando años después debe volver a su pueblo provocará una pequeña revolución con su sofisticado estilo parisino. 


Ya que mencionábamos París, vamos a cerrar con un par de títulos franceses. Primero “Luces de París” nos lleva a Normandía de la mano de Isabelle Huppert, una mujer soñadora que vive con su marido dedicada a la ganadería en el campo. Su vida de pareja cada vez le resulta más insoportable, así que da el paso de escapar a la capital. 


Y la última del país vecino, “Primavera en Normandía”, va de un parisino adinerado amante de Flaubert que se retira a un pueblo normando como panadero. Cuando una pareja de ingleses llega para instalarse en una pequeña y cercana granja empieza a encontrar similitudes con los personajes de Madame Bovary. 


La oferta es amplia y tentadora, así que seguro que encontráis una hecha a vuestra medida. Como siempre, recordad que el repaso de estrenos de hoy está disponible en mi podcast "Venid al Cine". Aquí tenéis el enlace.

jueves, 17 de marzo de 2016

Un golfista de 7 años nos da una lección de honradez

Yago tiene 7 años, es de Isla Cristina (Huelva) y juega al golf. El fin de semana pasado participó en un torneo del circuito andaluz y consiguió trofeo. Pero no lo luce en la estantería de su habitación. Ha renunciado a la gloria. Ha devuelto el premio con una carta de disculpas. El pequeño deportista había anotado en su tarjeta de competición los 50 golpes que le habían conducido al premio, pero en realidad había dado 51 veces a la pelota para completar todos los hoyos. Se había equivocado al sumar y se dio cuenta luego en casa, cuando repasó las cuentas con su padre. Yago podía haberse hecho el loco, callarse la boca, hacerse el sueco, no decir ni mu… Pero si mantenía oculto el fallo eso sería lo mismo que hacer trampas. Consultó con su padre y al saber que, según el reglamento, ese error llevaba acarreada la descalificación, decidió devolver el trofeo para que se lo entregaran a su justo ganador, no se sentía merecedor de él. Había cometido un error y debía asumirlo. Yago es pequeño pero ya entiende conceptos abstractos como el honor y la deportividad.


Seguro que habéis escuchado esta historia. Todos los medios se han hecho eco de un episodio puramente anecdótico. Nadie hubiera hablado de este campeonato de golf si este crío no hubiera dado a todos una lección de honradez, algo a lo que no estamos acostumbrados. Porque lo habitual es callarse cuando uno mete la pata, ocultar los errores, que no trasciendan, echarle el muerto a otro. En cuanto a lo del engaño, estamos tan familiarizados con el fraude que lo vemos como algo de lo más normal. Quien más y quien menos ha maquillado su currículum, ha copiado en un examen, se ha quedado con las vueltas cuando le han dado de más, ha hecho trampas a las cartas, se ha colado en una cola, ha intentado entrar en un sitio de gorra, se ha apropiado de un móvil, dinero o cualquier otro objeto que alguien haya dejado olvidado en una cafetería, o se ha bebido un refresco gratis de una máquina expendedora aprovechando que el mecanismo fallaba… por citar un puñado de ejemplos que resulten familiares.

Después de saber que existe gente como Yago me quedo más tranquila. Todavía hay esperanza para la humanidad.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Mientras el mundo ladra,Trump sigue cabalgando

Todo el mundo se ríe de Donald Trump, se hacen chistes con su pelo, sus groserías, sus bromas sin gracia, sus salidas de tono y sus tropezones, pero acaba de arrasar en Florida y va dejando cadáveres de aspirantes al trono republicano allá por donde pasa. El último, el propio senador de ese estado, Marco Rubio, apeado ya del tiovivo preelectoral. El multimillonario cada vez tiene más papeletas para convertirse en candidato a las presidenciales de los EEUU en vista del carrerón que lleva en las primarias de su partido. Y nadie se lo explica. 


Cuesta imaginar que pueda llegar a presidente de los EEUU un tipo xenófobo, partidario de expulsar de su país a los emigrantes y levantar un muro en sus fronteras, un misógino que no se contiene a la hora de emplear descalificativos para referirse a nosotras, un malhablado que articula su discurso de la manera más básica, sembrado –eso sí- de palabras picantes… El típico personaje de reality televisivo o mesa camilla de sobremesa, que diga lo que diga sube la audiencia, porque la vulgaridad dispara los audímetros. Sí, cuesta imaginarlo en el despacho oval y con un botón rojo a mano, pero hay que admitir que su estilo populista está conquistando a mucha gente en Estados Unidos y, lo que es peor, ese mismo savoir-faire se reproduce con más frecuencia de la que -considero- sería deseable en muchos países. 

Hubo un tiempo en que los gobernantes eran ciudadanos ilustrados, con don de palabra y gentes, dechados de virtudes, altos estrategas políticos y ejemplo de diplomacia. En este nuevo mundo virtual en el que se ha convertido el planeta, en el que cualquiera se inventa dos chascarrillos, los sube a Youtube y se convierte en ídolo de adolescentes, y donde el éxito se mide por el número de likes y de retweet, no sería descabellado terminar coleccionando a nivel global dirigentes del mismo nivel, que hablen el lenguaje del pueblo y apelen a los más bajos instintos, seres elementales con argumentos de consumo rápido, que se conviertan en noticia de sí mismos, tipos con más ego que vergüenza, caricaturas con cuenta en Twitter, trileros expertos en juegos de manos para borrar la memoria, descontextualizarlo todo y desubicar a los votantes. 

Y mientras, sigamos riendo. A ver si se nos va a terminar helando la sonrisa.

martes, 15 de marzo de 2016

Demasiada carne

Lane Bryant es una marca de moda especializada en tallas grandes. Para promocionar sus línea de ropa interior apostó por un anuncio en blanco y negro, sobrio, sin música, en el que varias modelos aparecen ataviadas con algunos de sus conjuntos de dos piezas y van explicando para qué están hechos sus cuerpos.


Este anuncio ha sido censurado por dos cadenas de televisión en Estados Unidos, la NBC y la ABC. Como habéis podido apreciar no hay desnudos explícitos ni topless, no se ve ningún pezón, ni un glúteo, pero para los responsables de estas cadenas se ve demasiado… Para ser más exactos se ve demasiada carne, la que -pensarán- les sobra a las mujeres que protagonizan el spot y que son lo que familiarmente conocemos como gordas.

La campaña con el lema “This body” pretende ser un homenaje a las mujeres que no tienen medidas perfectas pero que se sienten atractivas; mujeres que presumen de sus curvas y de lo que son capaces de hacer con ellas; mujeres que paren y dan el pecho a sus hijos; en resumen, mujeres como el 90% de la población femenina. Porque no olvidemos que las modelos de pasarela, las que cumplen con los cánones comerciales de belleza, son una minoría y juegan además con la desventaja de que -sí o sí- algún día se ajarán como el resto, por mucho que el refranero popular contradiga mi argumentación con eso de que “la que tuvo, retuvo”.

Probablemente los responsables de la emisión publicitaria en NBC y ABC, al considerar inapropiado el anuncio, no hicieron más que proteger los intereses de su audiencia. Deben pensar que sus espectadores enchufan la tele para soñar y evadirse de su triste existencia. Y, por supuesto, no quieren encontrarse en la pantalla lo que ya tienen a su lado en el sofá.

Cretinos.

Que las Tres Gracias de Rubens se olviden del prime time.


lunes, 14 de marzo de 2016

Para qué sirve un baño público

Este fin de semana me di una vuelta por la Fnac de Callao y recibí un fuerte impacto. Bueno, quizá no fue para tanto y solo me quedé ligeramente impresionada. Es igual, lo cierto es que la culpa no fue ni de los precios ni de las novedades editoriales. La culpa la tuve yo cuando decidí hacer una visita a los lavabos. Hacía mucho que no subía a esta parte del edificio, pero no la recordaba tan deteriorada. Pintadas en las puertas, cerrojos reventados, algún inodoro obstruido… Y estoy hablando de los wc femeninos, que se presupone suelen presentar mejor aspecto porque somos más cuidadosas… Empiezo a sospechar que esto es otra leyenda urbana.

El caso es que pensé que un lugar como la Fnac, un centro comercial de cultura, ocio, electrónica y gadgets ultramodernos, no puede dar esa imagen lamentable. Entiendo que debe ser difícil luchar contra el vandalismo y la gente poco cívica, pero las grandes empresas deberían contar con pagar ese peaje, más que nada por la penosa imagen que proyecta. 


De todos modos todavía no me entra en la cabeza qué extraño impulso conduce a alguien que entra en un váter a hacer pintadas idiotas -algunas obscenas y desafiantes, otras con mensaje ideológico-político y la mayoría totalmente absurdas-. Tampoco entiendo por qué alguien decide por las buenas destrozar unas instalaciones que un establecimiento tiene la deferencia de poner al servicio de sus clientes de manera gratuita. Encima que encuentras un sitio donde ojear libros, escuchar música, descansar en un ambiente climatizado y, si se tercia, aliviar la vejiga sin tener que pasar por caja, ¿agradeces tu buena suerte arrancando un pestillo y pateando una puerta? No lo comprendo, de verdad. 

Supongo que hay gente que disfruta saltándose las normas, que les da oxígeno quebrantar las mínimas pautas de convivencia, gente a la que le falta urbanidad, civismo, educación y neuronas. Y, lo que es peor, gente que no valora en su justa medida el lujo asiático que significa poder contar con aseos públicos gratuitos en el centro de una capital europea. Quien haya viajado un poco entenderá lo que digo. Quizá precisamente la respuesta está en cobrar, que se fastidie todo el mundo, incluidos los vándalos, que a lo mejor se lo piensan dos veces… o no, pero al menos con su aportación pagarán como el resto los posibles desperfectos.

Por cierto, me llamó la atención que a los wc masculinos se accede desde el propio vestíbulo y son individuales. De hecho hay una persona de seguridad a la entrada que es la que va dando paso a los usuarios. Sospecho que esta medida persigue acabar con ciertas prácticas digamos “íntimas”. Me explico, y que conste que de esto me he enterado al googlear “fnac callao wc” para comprobar si alguien más consideraba como yo que comenzaba a ser preocupante el deterioro de estas instalaciones. Pues bien, por lo que he leído por ahí, se ve que durante un tiempo los baños de este centro comercial eran uno de los lugares de visita obligada para los gays con ganas de “hacer amigos” dentro de la ruta del cruising, palabra inglesa que en el argot del ambiente define la actividad de buscar citas sexuales espontáneas en lugares públicos -y yo viviendo en la ignorancia, dedicada a inspeccionar libros y discos, mientras sobre mi cabeza tenía Sodoma y Gomorra-. Con la instalación de cabinas independientes de acceso exterior visible y mayor control, el chollo se les debe haber acabado, al menos aquí, aunque lo que les sobran son paradas en la ruta.

En fin, propongo que extiendan la medida a la zona femenina. Que remodelen el área incorporando aseos independientes con puertas vistas. Al menos así alguna se cortará antes de destrozar lo que no es suyo y las que vayan detrás -sean oriundas o foráneas- no saldrán del lavabo pensando "cómo ha bajado el nivel de la Fnac".

domingo, 13 de marzo de 2016

Un libro para leer: "Charlotte", de David Foekinos

Hoy quiero hablar del último libro que me ha cautivado. Me lo recomendó mi amiga Chus, así que eso era una garantía que me predisponía favorablemente. Se titula “Charlotte”, su autor es el francés David Foenkinos y está editado en 2015 por Alfaguara

Yo era de las que no dejaba un libro hasta que llegaba al final, aunque no me gustara, pero de un tiempo a esta parte -supongo que son cosas de la edad- ya no pierdo mi valioso tiempo en leer páginas que no me tocan el corazón, la cabeza o la moral. En este caso no he sentido la tentación en ningún momento de abandonar su lectura, a pesar de conocer desde el principio su triste desenlace y de narrar una historia real tremendamente sobrecogedora.

Lo primero que llama la atención de esta obra es su forma, el estilo arriesgado que emplea su autor. Líneas incompletas. Frases cortas que parecen versos. Simples pero contundentes. Algunas encierran tremendos mensajes. Otras simplemente invitan a respirar. En ambos casos demuestran cuánto se puede decir con tan poco. Foenkinos dedicó ocho años de su vida a esta creación que en cambio se lee de una sentada.

“Charlotte” es una biografía novelada de la vida de Charlotte Salomon, una pintora alemana de origen judío que murió gaseada por los nazis en el campo de concentración de Auschwitz en 1943, cuando solo tenía 26 años. Pero la tragedia de su vida no viene solo por su dramático final, sino también por pertenecer a una estirpe de mujeres con tendencia al suicidio. Charlotte se llama como su tía, que se quitó la vida con 18 años, el mismo final que eligió su madre cuando Charlotte solo tenía 9 años, igual que se fue de este mundo su abuela cuando ella era ya lo suficientemente adulta como para entender ese destino marcado que les esperaba a las mujeres de la familia. Con la muerte al acecho, la protagonista de este libro encuentra en la pintura la tabla de salvación que la mantiene a flote dentro de la locura que la rodea. Dibuja cuando conoce el primer amor y no es todo lo romántico que debería. O cuando el nazismo la separa de su padre y busca refugio junto a sus abuelos en el sur de Francia. Así va creando una abundante obra que guarda en una maleta y confía a su médico. “¿Vida? ¿O Teatro?” resume su corta existencia y está recogida en el Museo Judío de Amsterdam. Después de descubrir esta fascinante historia, si alguna vez se tercia un viaje a Holanda, ya tengo claro cuál va a ser una de mis primeras visitas. 

Si en este momento no tenéis en vuestras manos ningún libro que leer, os animo a adentraros en "Charlotte".

sábado, 12 de marzo de 2016

Angelina y Brad comparten cartelera con Kung Fu Panda y los Divergentes

Este fin de semana comenzamos el repaso por los estrenos de cine “Frente al mar”, porque ese es precisamente el título de una película de amor dirigida y protagonizada por Angelina Jolie que cuenta también en uno de los papeles principales con su marido Brad Pitt. Ambos interpretan a una pareja en crisis que llega a un bonito y tranquilo pueblo francés en los años setenta. 


También suena Angelina Jolie en la versión original de la próxima película, “Kung Fu Panda 3”. Es la tercera de la serie de las aventuras de este simpático oso y cuenta cómo Po y su reaparecido padre viajan a un paraíso secreto de Pandas donde conocerán a un peculiar grupo de nuevos y divertidísimos personajes. Pero cuando el malvado villano Kai empieza a cruzar China desafiando a todos los maestros Kung Fu, Po tendrá que entrenar a un ejército de patosos pandas.


Vamos con otra tercera entrega de una saga, en este caso se trata de un exitosa franquicia para adolescentes. Después de "Divergente" e "Insurgente" le llega el turno a "Leal". Sus protagonistas, Tris y Cuatro, escapan más allá del muro que rodea Chicago y llegan a un nuevo mundo, mucho más peligroso que el que habían conocido antes. 


El siguiente título de la lista es “Bone Tomahawk”. Cuatro hombres se adentran en el salvaje oeste para rescatar a un grupo de cautivos de unos caníbales que habitan en cuevas. Ese es una línea el argumento de este experimento protagonizado por Kurt Russell.


¿Qué tal ahora una peli de animación franco-danesa? “El largo viaje de Sasha al Polo Norte” nos sitúa en San Petersburgo en 1882. Sasha es una joven aristócrata rusa que ha estado siempre fascinada por la vida aventurera de su abuelo, un famoso explorador que no ha regresado de su última expedición a la conquista del Polo Norte. Así que Sasha decide ir en su busca.



Ahora toca una de terror: “No crezcas o morirás. Don’t grow up”. El vigilante de un orfanato en una isla perdida en medio del Atlántico, desaparece. Un grupo de los adolescentes internos en el centro deciden aprovechar para escapar, pero al llegar a la ciudad descubren que una rara enfermedad ha convertido a los adultos en zombies.


Hacía mucho que no llegaba a la cartelera una comedia italiana, de modo que recibimos con alborozo “El nombre del Bambino”, con alguna cara que familiar, como la de Valeria Golino. El argumento promete: Una pareja organiza una cena en casa con varios amigos. Lo que iba a ser una velada sin sobresaltos se complica cuando uno de los comensales menciona que el niño que espera de su mujer se llamará Benito, como Mussolini. 


De un escenario italiano a otro turco, donde se desarrolla “Mustang”, un drama ambientado en el comienzo del verano en un remoto pueblo de aquel país. Allí cinco adolescentes modernas lideradas por la rebelde Lale, crecen en una familia obsesionada con la virtud de las chicas. Mal lugar para unas jovencitas que no aceptan tradiciones anticuadas y que luchan por su la libertad. Esta cinta estuvo nominada como película de habla no inglesa en los Oscar representando a Francia, ganó el Goya a la mejor película europea y la espiga de Plata en la Seminci de Valladolid, entre otros galardones.  


Para terminar otra nominada al Oscar a la categoría de film de habla no inglesa, “Tribunal”, una película india que atesora numerosos premios internacionales, incluido el de mejor película en la Mostra de Venecia. Se trata de un retrato, mezcla de drama y de comedia, sobre el sistema judicial indio, los prejuicios de casta y la corrupción política en aquel país. Toda a través de un anciano cantante popular que es arrestado acusado de provocar el suicidio de un tipo por culpa de la letra de una de sus canciones. 


Hasta aquí el paseo por los estrenos de la semana. Y recordad que este mismo repaso tiene su clon en formato podcast, para los que prefieren escuchar.



viernes, 11 de marzo de 2016

Hoy es 11 de marzo

Hoy es 11 de marzo. Hace doce años que asesinaron a Mª José, Enrique, Lilliana, Florencio y otras 187 personas en el mayor y más salvaje atentado de la historia de este país. Hace doce años que Óscar, Dori, Aurora, Javier y otras casi 2.000 personas quedaron aturdidas y marcadas de por vida tras sobrevivir a una masacre. Hace doce años que Ángeles, Ignacio, Maribel, Sorim y otros miles de familiares y amigos supieron lo que es sentir el desgarro que provoca el que te arrebaten lo que más quieres. 

Dicen que el tiempo lo cura todo. Yo diría que más bien el paso de los años va mitigando el dolor y cicatrizando las heridas, pero las marcas siguen ahí recordándoles lo que han sufrido. Afortunadamente ganar distancia con aquella fecha sí ha servido para asistir por fin a una conmemoración de este día en el que la unidad, el respeto y el sentido común ganen a las diferencias ideológicas y a las militancias políticas.


Al poco de producirse este terrible atentado, escribí un relato inspirado en una de las cientos de historias personales que se publicaron en la prensa durante aquellos días. Es este que reproduzco a continuación en memoria de todas las víctimas de aquel fatídico 11 de marzo. Se titula “Verde esperanza”. 

Verde, verde intenso, verde pastel, verde mar... No conozco ningún lugar con techo verde, pero estoy en un lugar con techo verde. Casi no hay ruido, sólo un pitido enfermizo, molesto, que me perfora los tímpanos y me impide escuchar con nitidez los susurros de los que me rodean. No les conozco. Una pareja mayor me mira. Ella llora y se limpia nerviosa la nariz. El parece congestionado, tiene las mejillas coloradas. "Por fin, parece que está despertando". Deben hablar de mí. "Eduardo, cariño, estamos aquí, somos papá y mamá". Quién es Eduardo. Yo no, bueno, no lo sé, ellos sí parecen estar convencidos de que lo soy. "Estás en un hospital, has sufrido un accidente, pero estás bien, no te preocupes". Habla el hombre mayor, le tiembla la voz, aunque se nota que intenta mantener el aplomo, o eso creo, porque el pitido continúa. Un accidente, no recuerdo nada de un accidente, no recuerdo llamarme Eduardo, no recuerdo los rostros de estas personas. "Es normal que esté un poco conmocionado todavía, piensen que acaba de salir del coma". Ese no cabe duda de que es el médico. Se une al círculo que habían formado en el lado derecho de mi cama. Me duele todo, cada centímetro de mi cuerpo inmóvil, incluida mi cara. Algo me sujeta con fuerza los gestos, me impide abrir la boca, sonreír, incluso bostezar, eso es lo peor, porque tengo mucho sueño. "Se recuperará, tranquilos, ya ha pasado lo peor". El doctor es también de un verde intenso, su pijama verde de dos piezas destaca sobre el negro de la mujer y el marrón del hombre. "Pensamos que lo habíamos perdido, es nuestro único hijo, ¿sabe?". Mis padres, es imposible, mis padres no están aquí, mis padres... hace mucho que no les veo, pero no recuerdo que estos fueran sus rostros. El azul marino rompe el verde, azul oficial, azul policía que asoma por la puerta. Se descubre la cabeza y balancea su gorra reglamentaria a la altura de los muslos. "Si son tan amables de acompañarme, me gustaría hacerles unas preguntas. Hay algunas dudas sobre la identificación del herido". La mujer me toma la mano, aprieta con fuerza y vuelve a llorar. Lágrimas a mares. No quiere separarse de mi lado. "Mi niño, mi Eduardo". Y dale, yo no me llamo Eduardo, quiero decírselo, lucho por articular alguna palabra, pero mi mandíbula no responde. Su llanto me contagia y miro al verde del techo para frenar las lágrimas, pero no lo consigo, las siento resbalar por las sienes, bajan por mis patillas y se deslizan hasta topar con algo que les impide acabar su recorrido en mis oídos, esos que me siguen pitando como cuando celebramos nuestra llegada a España en una discoteca y el volumen de la música estaba tan alto que al volver a casa de Elena tardamos horas en conciliar el sueño por culpa de ese pitido que se había grabado en nuestros tímpanos. "¿Qué dudas? No hay ninguna duda. Es nuestro hijo Eduardo, iba a trabajar esta mañana temprano en el tren que explotó en Atocha". Ya recuerdo, el tren, la explosión. Tengo que llamar al trabajo, contar lo que ha pasado, si falto sin una explicación me echarán y cómo vamos a pagar el alquiler, sólo con el sueldo de Mariana no llegamos a fin de mes. Mariana, ¿sabrá lo que ha pasado? Ella cogía el siguiente tren. ¿Estará bien? Mi móvil, dónde está mi móvil. Estoy respirando demasiado rápido, se me nubla la vista. "Tranquilo, no intente moverse, su cuerpo ha sufrido un impacto enorme y aún estamos pendientes de realizar algunas pruebas. Lo importante es que está consciente". El médico habla en serio, tiene autoridad, se nota, consigue soltar a la mujer de mi mano y conducirla a la puerta donde hablan el policía y el que dice ser mi padre. El pitido continúa y sólo me deja escuchar frases sueltas de su conversación. "Rostro casi desfigurado... vendaje... es fácil equivocarse... indocumentado... otra mujer le reclama... extranjero...". Quizá Mariana me ha encontrado, alguien se lo ha dicho. "¿Cómo no voy a reconocer a mi propio hijo?". La voz alterada de la mujer se superpone sobre el pitido y me permite escucharla con toda claridad. Tiene suerte el tal Eduardo. En cuanto pueda moverme llamaré a mis padres, pediré a Elena que me preste dinero para viajar a Rumanía y abrazarles. Mierda de vida. "La descripción de la ropa coincide". Mariana ha debido contarle a aquel policía cómo iba vestido esta mañana, cómo para no saberlo, es ella siempre quien me prepara la ropa para el trabajo. Que alguien llame a la obra, no puedo perder el empleo. "Que pase a verle". Gracias a Dios. Más verde, la chaqueta verde de Mariana que se aproxima temblorosa a mi cama y llora desconsolada al verme. Me toma de la mano. Quiero abrazarla, gritarle que la quiero, pero no puedo, sólo soy capaz de llorar. "Constantin". Ese si es mi nombre, ella lo conoce bien. "No, es Eduardo, mi hijo". La mujer de negro se ha colocado al otro lado de mi cama y agarra mi mano libre, reclamando su maternidad. Sólo la suelta un instante, para rebuscar dentro de su bolso y sacar una foto. "Es mi Eduardo", y se la muestra a todos los presentes, también a mí. Es el rostro sonriente de un chico joven, moreno, como yo, de ojos castaños, como los míos, pero estoy seguro que no soy yo, al menos no me reconozco. "Déjalo, Inés, no insistas, debemos aceptarlo". El marido la abraza y la arrastra con dificultad hacia la puerta. El doctor y el policía se quedan en la puerta viendo cómo se alejan. "Su hijo está en la lista de fallecidos del Gregorio Marañón. Ya lo sabían, pero la mujer se resiste a asumir la pérdida. Han estado peregrinando por distintos hospitales buscando algún joven herido en el atentado y a quien nadie hubiera reclamado". A pesar del tono confidencial que utiliza el policía para compartir aquella información con el doctor, resulta inevitable que le escuche. Mariana me abraza suavemente, como intentando no romperme, y mis ojos se vuelven a ahogar en lágrimas.

jueves, 10 de marzo de 2016

Verdad que sería estupendo...

Hay una canción de Cómplices que dice “Verdad que sería estupendo que las espadas fueran un palo de la baraja, que el escudo una moneda portuguesa y un tanque una jarra grande de cerveza… Verdad que sería estupendo que las bombas fueran globos de chicle, que las sirenas fueran peces con cuerpo de mujer y las granadas una clase de fruta…Y no existiera más arma en el mundo más que el "mi arma" andaluz”.



Sí, sería estupendo, pero -desengañémonos- también es tremendamente naif. Porque la realidad es que en el mundo hay guerras y los países cuentan con ejércitos para poder defenderse en caso de agresión. Que en algunas zonas devastadas tras un conflicto bélico, la presencia de los soldados es fundamental para devolverles su vida a los supervivientes civiles.

Que hay gente que no sabe respetar a los demás y pretende imponer sus ideas con la violencia. Y existen cuerpos y fuerzas de seguridad para cuidar de nosotros y cazar a aquellos que infringen las leyes y lastiman al resto de la población.

Y la realidad es que cuando hay una catástrofe, una inundación o un gran incendio, cerca o lejos de nosotros, los militares de la UME acuden inmediatamente a la zona para restaurar la normalidad.

Y lo cierto es que cuando desaparecen excursionistas haciendo senderismo o se pierde algún aventurero practicando, por ejemplo, espeleología, allí están los profesionales de los distintos cuerpos especializados en rescate en alta montaña dispuestos a jugarse la vida por salvar la de aquellos.

Y la verdad es que sigue habiendo jóvenes con vocación de servicio a la ciudadanía que sueñan con ingresar en el Ejército o con pasar las pruebas para formar parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Incluso los hay que, sin vocación marcada, ven este campo como una interesante salida laboral.



Así que hasta que el escenario que pintan Cómplices en su canción no se haga milagrosamente realidad, sería estupendo que nadie, ni siquiera una alcaldesa en nombre de una institución con marcados principios pacifistas, se manifestara en contra de la presencia del Ejército en cualquier parte donde esté prestando servicio, incluido un salón dedicado a la oferta formativa de los jóvenes al que ha sido invitado. Mientras tanto, trabajemos para mejorar la convivencia en este mundo comenzando por desterrar la armas que empuñamos con la palabra.

miércoles, 9 de marzo de 2016

El CIS nos da un 'zas'

Según el barómetro del CIS, la corrupción ha escalado peldaños entre las preocupaciones de los españoles y ya está en posición de medalla de plata. Si en enero el porcentaje de entrevistados que mencionó ese problema entre sus prioridades fue un 39,2%, en febrero ha aumentado la cifra hasta el 47,5%. 


He ido revisando la serie histórica y me ha llamado la atención que el porcentaje máximo en este apartado, un 63%, se alcanzara en diciembre del 2014, es decir, que la percepción del choriceo patrio estaba más extendida entonces que ahora, a pesar de que últimamente por las noticias tengamos la sensación de que aquí todo el mundo está pringado. Con el propósito de saber qué ocurría en ese final de 2014 para que las encuestas fueran tan demoledoras, he tirado de hemeroteca. Os invito a realizar periódicamente este ejercicio de refrescar la memoria informativa porque es muy entretenido. He recurrido al archivo digital de portadas de El País -qué organizado lo tienen, por cierto- y he seleccionado al azar la del 1 de noviembre de ese año. Adivinad qué titulares aparecían en la portada:

Granados a prisión como eje de una “organización criminal” y El octubre negro de la corrupción suma 127 investigados. Al día siguiente le tocó salir a Marjaliza y al siguiente mandaba en primera el título Los grandes partidos se movilizan contra la corrupción acuciados por Podemos…Otro dato de la serie de sondeos del CIS me ha llamado la atención. Entre enero y febrero del 2013 se aprecia un subidón de 17,7% a 40%… ¿Qué nos cuentan las portadas de los periódicos entonces? El caso Bárcenas, los sobresueldos, la caja B del PP…

Es lógico que la actualidad informativa, los impactos que recibe el ciudadano en forma de noticia, moldeen su percepción de la realidad. Es de cajón. Por eso es tan importante la función que desempeña la prensa y por eso hay que exigirle un rigor absoluto, porque en su mano está que la ciudadanía vea el mundo sin filtro, no del color del cristal con que lo mira cada medio. 

Ya metida en faena, he buscado en el histórico del CIS el momento en el que el interés popular por este tema de la corrupción estaba más bajo. Hay que remontarse a marzo de 2003, cuando solo un 0,1% de los ciudadanos encuestados se manifestaba preocupado por el asunto. Entiendo que no es que no existieran presuntos chorizos en aquella época, sino que no había aflorado esta práctica delictiva. Además por entonces el no a la guerra era el monotema. 

Si uno escarba en el CIS encuentra resultados fascinantes. Por ejemplo, ¿sabéis cuánto le preocupa a la gente la crisis de los refugiados? Nada, absolutamente 0,0%, como una Buckler sin, y eso que las portadas durante estos meses y los informativos en todas las cadenas de radio y televisión reflejan con profusión este drama a las puertas de Europa. Entonces, ¿por qué a nadie le interesa o, al menos, por qué la gente no lo considera una preocupación? Pensaréis “Bueno, es que se ve de lejos”. Bien, pues vayamos a algo más cercano y tangible: la reforma laboral. ¿A quién le importa? Al 0,1% de los encuestados, el mismo porcentaje que mencionó la subida de las tarifas energéticas o la monarquía. ¿Será entonces el medio ambiente prioritario? Pues tampoco, solo lo menciona un triste 0,2%. 

Golea, en cambio, el paro, un tema para el que el ciudadano de a pie no necesita apoyo informativo, quien más y quien menos tiene a alguien de su entorno sufriendo el maldito desempleo. Y ojo porque la falta de gobierno solo preocupa a un 1,4%, a pesar del machaqueo diario en la prensa, eso sí que es para diván de psicoanalista. No hay quien lo entienda, por qué el ciudadano medio es más permeable a unos asuntos preocupantes y no a otros. Mi diagnóstico es que el español considera inaceptable que uno de los suyos pueda enriquecerse de manera irregular mientras él tiene que ganarse la vida con esfuerzo. Eso nos toca más la moral que el hecho de comprobar cómo hay personas que huyen de la guerra y el terror y malviven esperando que el resto del mundo les dé una oportunidad. 


Por acabar con mejor tono, ahí dejo otro enfoque curioso dentro de esta ensalada de datos, el que destaca El Confidencial sobre la costumbre de visitar la iglesia. Contrariamente a lo que podríamos suponer, según el CIS, los votantes de Podemos van con más frecuencia a misa que los del PP. Lo que demuestra que los prejuicios nublan el juicio.

Definitivamente, lo del CIS es ver para creer.